Autor: Ernst Jünger
Traductor: Marciano Villanueva
ISBN: 978-84-948167-5-8
PVP: 24,90 €
Edición: 1ª
Fecha de publicación: enero 2019
Encuadernación: rústica con solapas
Páginas: 384
Dimensiones: 13 x 21 cm
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A medio camino entre el ensayo y la novela distópica, o lo primero disfrazado de lo segundo, Eumeswil (1977) es la gran obra de madurez de Ernst Jünger, quien aborda aquí la relación entre el hombre libre y el poder político, nos presenta a una figura perfeccionada del emboscado —el anarca, contrapartida positiva del anarquista— y, al mismo tiempo, intenta atisbar las formas de tiranía, demagogia y libertad que asoman en nuestro horizonte.
«Insula, isola, isla, la tierra rodeada por las olas; la sal es el agua salada, el mar. Campi salis llamaba Virgilio a la superficie del mar. Insularis era el desterrado, y también el habitante de una de aquellas casas de alquiler de numerosos pisos, que recibían el nombre de insulae. Las islas son lugares que a primera vista invitan al aislamiento, a la reclusión dentro de uno mismo, ya sea como residencia de césares destronados o como colonias de castigo para gentes que el Estado o la sociedad tienen por indeseables.
[…]
»La isla simplifica; proporciona un escenario en el que la comedia de la sociedad puede ser representada por unos pocos actores. Esta representación ha atraído desde siempre al poeta, al filósofo observador. Robinson: el único, sumido primero en la desesperanza, lanzado después a la acción; señor y esclavo; […]
»Ulises es el insular nato, Simbad el marino es su réplica oriental. Ambos representan al individuo aislado, que con astucia y osadía vence a los elementos y hace frente a los hombres, los demonios y los dioses. Ambos ven cómo va cambiando su tripulación, víctima de naufragios, y regresan solos a la patria, a Ítaca y Bagdad. Este es el curso de la vida.
»Los cíclopes monoftalmos, el canto mortal de las sirenas, el encanto de las hechiceras que transforman en animal, el brebaje del olvido de los lotófagos, el remolino entre Escila y Caribdis: modelos de encuentros que experimentamos no solo en islas lejanas, sino en cualquier cruce de calles de cualquier ciudad. La presión de las costumbres y el terror de los despotismos llegan a sus fórmulas más concisas y concentradas […].
Entre nosotros, se ha formado en cada isla una autoridad diferente. Una de ellas toma su nombre, Felsenburg, de aquella otra isla que sirvió de escenario a una olvidada novela de un autor barroco. Esta obra, robinsonada utópica, apareció antes que El contrato social de Rousseau, en el que, como es sabido, el hombre natural, llegado a ciudadano adulto, delega una parte de su libertad en la voluntad colectiva. La armonización de los intereses individuales lleva a la constitución democrática del Estado, cuyo ideal es el consenso interno de los individuos.
»Hice desfilar ante el luminar la novela, tomándola del repertorio inagotable de las catacumbas, y llegué a la conclusión de que Felsenburg se basa, más que en un contrato entre la comunidad, en un contrato de sumisión, si bien puede contribuir al sistema el libre albedrío no solo del individuo, sino de la mayoría. Se anhela, se reconoce, se elige, sobre todo en las situaciones extremas, a un salvador, un caudillo, un padre. A no tardar, el electo pasa a ser el predestinado. Los infelices, los abrumados, descargan su peso en él; le entregan jubilosos su libertad.
»Cuando la voluntad general es sustituida por la voluntad de las masas, comienza a cegar el resplandor del individuo.»
En los medios:
«Eumeswil: la distopía, el diario de un anarca y la lección para historiadores», El Nuevo Tahúr, Tradición Viva, 3 de agosto de 2020.
Eumeswil, Andrés Navamuel, Posmodernia, 22 de febrero de 2019.
Eumeswil, Jorge Freire, The Objective, 2 de febrero de 2019.
«Eumeswil, reedición de una de las novelas más ambiciosas de Ernst Jünger», Héctor J. Porto, La Voz de Galicia, 11 de enero de 2019.